Un muy alto porcentaje de clientes, empleados y visitantes se crea una determinada impresión de cualquier establecimiento, en función del estado higiénico de los aseos. Muchos empresarios no le dan tanta importancia y no piensan que es la primera impresión que se lleva el cliente, ya que lo primero que hacen es ir al aseo para lavarse las manos. Si los aseos están en mal estado pensaran ¿y cómo estará la cocina?
En hostelería y restauración hay que tener mucho cuidado al incorporar una fragancia para que no sea tan agresivo con la mezcla de los alimentos, ya que al mezclar con algún mal olor potente, podría ser algo contradictorio y acentuar más ese mal olor si no instalamos una aroma determinado.
Aromas del Atlántico es partidario de a la hora de seleccionar una determinada fragancia para un restaurante o cafetería, de asociar la fragancia con platos potenciales o estrellas del restaurante, siempre teniendo en cuenta que los clientes vienen a comer o a desayunar y pasar un rato agradable, tienen que ser notas muy sutiles y con poca intensidad. Lo que se trata es de incentivar al cliente y que se sienta asociado e identificado con el lugar.
Por ejemplo: En una pizzería podríamos aromatizar las zonas comunes con orégano, mozzarella, pizza, trufa ó en una cafetería panadería con aromas a pan recién echo, tostada, trufa, pizza, chocolate, capuchino, café, bizcocho, pastel de manzana, etc…., Otra de las cosas que nos han solicitado es aromatizar las cartas con aromas peculiares como orégano, albahaca, tomate, etc…, para crear sensaciones al cliente.