Nos ha sucedido a todos alguna vez: entrar en una tienda e inmediatamente un aroma desencadena de forma inconsciente, casi a traición, un recuerdo escondido en la memoria. Es un olor único que inmediatamente le tele transporta a otro lugar y a otro momento. Un verdadero viaje en el tiempo sin moverse del sitio.

No se asuste, es normal. Multitud de estudios neurológicos afirman que el olfato es el sentido “más emotivo” de todos los que poseemos. Y lo es porque el bulbo olfatorio, el encargado de procesar los olores, está conectado con las áreas del cerebro más implicadas en las emociones y los recuerdos. Por eso, y aunque la vista sigue estando hiperestimulada en nuestra sociedad, firmas de moda, hoteles y comercios en general están empezando a prestar más atención a los aromas para mejorar su cuenta de resultados.

El proceso tiene nombre oficial, marketing olfativo, y es el responsable de la fragancia que se respira en muchas de las tiendas en las que usted compra. A veces es un olor tan fuerte que casi le agrede. Otras, es tan delicioso que se bañarías en él. En España, algunas de las firmas que han desarrollado aromas característicos para sus tiendas. Todo el que haya entrado alguna vez en un local de una marca de prestigio comprenderá a lo que nos referimos.